viernes, 5 de noviembre de 2010

Tenía un perro que un día se transformó en una diminuta perrita de grandes orejas, bonitos ojos y largas pestañas. Podía encogerse sobre si misma hasta formar un pequeño ovillo como una canica y con la leve caricia de la yema de un dedo comenzaba a girar y girar cada vez más rápido hasta salir volando.

Niroza (recordando un sueño).

lunes, 26 de julio de 2010

Y yo que tanto te he querido sólo espero que seas feliz con quien sea y que te vaya todo bien, que no te vuelva a ver y que te vayas a la mierda.